El amor y el tiempo



Hubo un tiempo en el que en una isla muy pequeña, confundida con el paraíso, habitaban los sentimientos como habitamos hoy en la tierra.
En esta isla vivían en armonía el Amor, la tristeza, y todos los otros sentimientos.
Un día en uno de esos que la naturaleza parece estar de malas, el amor se despertó aterrorizado sintiendo que su isla estaba siendo inundada.

Pero se olvidó rápido del miedo y cuidó de que todos los sentimientos se salvaran.
Todos corrieron y tomaron sus barcos y corrieron, y subieron a una montaña bien alta, donde podrían ver la isla siendo inundada pero sin que corriesen peligro.

Sólo el amor no se apresuró, el amor nunca se apresura.
Él quería quedarse un poquito más en su isla, pero cuando se estaba casi ahogando el amor se acordó de que no debía morir.
Entonces corrió en dirección a los barcos que partieron y gritó en busca de auxilio.

La Riqueza, oyendo su grito, trató luego de responder que no podría llevarlo ya que con el oro y con la plata que cargaba temía que su barco se hundiera.

Pasó entonces la Vanidad que también dijo que no podría ayudarlo, una vez que el amor se hubiese ensuciado ayudando a los otros, ella, la Vanidad, no soportaba la suciedad.

Por detrás de la Vanidad venía la Tristeza que se sentía tan profunda que no quería estar acompañada por nadie.

Pasó también la Alegría, pero ésta tan alegre estaba que no oyó la súplica del amor.

Sin esperanza el Amor se sentó sobre la última piedra que todavía se veía sobre la superficie del agua y comenzó a menguar.

Su llanto fue tan triste que llamó la atención de un anciano que pasaba con su barco.
El viejito tomó al Amor en sus brazos y lo llevó hacia la montaña más alta, junto con los otros sentimientos.

Recuperándose, el amor le preguntó a la Sabiduría quién era el viejito que le había ayudado...
a lo que ésta respondió..... "El Tiempo"..... el Amor cuestionó: ...
"¿Por qué sólo el Tiempo me ayudó?".... La Sabiduría entonces respondió:
"Porque sólo el Tiempo tiene la capacidad de entender cuan valioso es el Amor" ....


El triple filtro de Sócrates


En la antigua Grecia, Sócrates fue famoso por su sabiduría y por el gran respeto que profesaba a todos. Un día un conocido se acercó al gran filósofo y le dijo:
 — ¿Sabes lo que escuché ayer acerca de tu amigo?
— Espera un minuto -replicó Sócrates-. Antes de decirme nada sobre eso quisiera que lo sometieras a un pequeño examen. Yo lo llamo el examen del triple filtro.
 — ¿Triple filtro?
 — Correcto -continuó Sócrates-. Antes de que me hables sobre mi amigo, sería buena idea filtrar tres veces lo que vas a decir, es por eso que lo llamo “el examen del triple filtro”.
 — El primer filtro es la verdad. ¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto? — No -dijo el hombre-, realmente solo escuché un rumor sobre eso y…
 — Está bien -dijo Sócrates-. Entonces no sabes si realmente es cierto o no.
 — Ahora permíteme aplicar el segundo filtro, el filtro de la bondad. ¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo?
— No, por el contrario…
— Entonces, deseas decirme algo malo sobre él, pero sin estar seguro de que sea cierto.
— Pero aun así podría querer escucharlo; porque queda un filtro: el filtro de la utilidad.
 — ¿Me servirá de algo lo que vas a decirme de mi amigo?
 — No, la verdad es que no.
— Bien -concluyó Sócrates-, si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno, y ni siquiera es útil ¿para qué querría saberlo?

Asamblea en la carpintería

Cuentan que en una carpintería hubo una extraña asamblea. Fue una reunión de herramientas para arreglar diferencias.

El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar, ya que se pasaba todo el tiempo haciendo ruidos.

El martillo aceptó la culpa, pero pidió que fuera expulsado el tornillo, argumentando que había que darle demasiadas vueltas para que sirviera.

El tornillo aceptó el ataque, pero exigió la expulsión de la lija. Señaló que era áspera en su trato y tenía fricciones con los demás.

Y la lija estuvo de acuerdo, pero exigió que fuera expulsado el metro que siempre se la pasaba midiendo a los demás como si él fuera perfecto.

En eso entró el carpintero, se puso el delantal e inició la tarea. Utilizó el martillo, la lija, el metro, y el tornillo. Finalmente, la tosca de madera se convirtió en un hermoso mueble.

Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó la deliberación.

Fue entonces cuando el serrucho dijo: - Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso nos hace valiosos. Así que no pensemos en nuestras fallas y concentrémonos en la utilidad de nuestros méritos.

La asamblea pudo ver entonces que el martillo es fuerte, el tornillo une, la lija pule asperezas y el metro es preciso. Se vieron como un equipo capaz de producir muebles de calidad.

Esta nueva mirada los hizo sentir orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos.


Cuando el sueño se termina



Muchos tendrían que sentir celos de ti. El saber que todo ha fallado es el comienzo de un nuevo viaje.

El saber que 'Todo lo que he conseguido se ha perdido' es el comienzo de una nueva búsqueda de algo que no se puede perder.

Cuando uno está completamente desilusionado del mundo y todos sus éxitos, sólo entonces uno se vuelve espiritual.

Quizás no estés todavía consciente de ello, pero hay algo que se está agitando, una nueva alegría está surgiendo tras la cortina de la tristeza — la alegría de una nueva búsqueda, de una nueva aventura, de una nueva vida, de una nueva forma de ser.

' No puedo percibir su final - ¿o es que no tiene fin?'

Hay un principio de la mente y hay un final de la mente, hay un principio del ego y hay un final del ego, pero no hay un principio para ti y un final para ti. Y no hay un principio para el misterio de la existencia y no hay final para ti.

Es un proceso continuo. Más y más misterios te están esperando, de ahí la emoción y el éxtasis.

Siéntete estático al saber que la vida no tiene fin, que cuando has alcanzado una cima, de repente otra cima te está retando — una más alta, más difícil de escalar, más peligrosa de alcanzar. Y cuando has llegado a esa otra cima, habrá otra; una tras otra. Son los eternos Himalayas de la vida.

Sólo piensa en un punto al que en algún momento llegaste, y del cual ya no queda nada. Estarías entonces completamente aburrido; ¡el aburrimiento sería entonces tu único destino! Y la vida no es aburrimiento, es una danza. La vida no es aburrimiento, es júbilo, exuberancia.

Muchas muchas cosas van a ocurrir, y muchas muchas cosas siempre quedarán por ocurrir. El misterio nunca termina, no puede terminar. Por eso se le llama misterio, ni siquiera puede ser conocido. Nunca se convertirá en conocimiento, por eso se le llama misterio, algo en él es eternamente escurridizo. Y en esto radica toda la alegría de la vida. El gran esplendor de la vida es que te mantiene eternamente ocupado, buscando, explorando. La vida es exploración, la vida es aventura.


El éxtasis es nuestra propia naturaleza; no estar estático es sencillamente innecesario. Estar extático es natural, espontáneo. Estar estático no requiere ningún esfuerzo, se necesita de un gran esfuerzo para sentirse desdichado.

Por eso te ves tan cansado, porque el sufrimiento es en verdad un trabajo pesado; mantenerlo es realmente difícil; porque estás haciendo algo en contra de la naturaleza. Estás yendo contra corriente — esto es el sufrimiento.

¿Y qué es la dicha? Ir con la corriente — tanto así que toda separación entre tú y el río simplemente se pierde. Tú eres el río. ¿Cómo puede ser difícil? Para dejarte llevar por la corriente no necesitas nadar; simplemente flotas en la superficie del río y la corriente te lleva hacia el océano. La corriente te empuja de forma natural hacia el océano.

La vida es un río. No la fuerces y jamás te sentirás desdichado.



Osho, The Book of Wisdom, charla #4



Mirabai Ceiba, Har Mukanday - Mantra of Liberation (Official Music Video)




Har es el aspecto creativo del Infinito.
Mukunday es el aspecto Liberador del Yo.
Este mantra convierte los desafíos en oportunidades, la eliminación de miedo.

Lionia Shilovsk, un genio en la batería.

Cuando los niños muestran sus talentos artísticos casi siempre se ganan el cariño del público y mucho más si lo hacen a edades tempranas y con la naturalidad de un experto. Este es el caso de Lionia Shilovski, un niño ruso de 3 años que toca la batería con la Orquesta Sinfónica de Novosibirsk. El niño se hizo famoso a finales del año pasado tras su presentación en el concurso televisivo de talentos ‘Minuta Slavi’ y ha sido invitado por la orquesta para que muestre su talento en sus conciertos. Sin duda, a este pequeño le espera un gran futuro musical.

 

El valor de la ternura - Alex Rovir


Si algún elemento da belleza y sentido a la vida, ese es, sin duda, la ternura. La ternura es la expresión más serena, bella y firme del amor. Es el respeto, el reconocimiento y el cariño expresado en la caricia, en el detalle sutil, en el regalo inesperado, en la mirada cómplice o en el abrazo entregado y sincero. Gracias a la ternura, las relaciones afectivas crean las raíces del vínculo, del respeto, de la consideración y del verdadero amor. Sin ternura es difícil que prospere la relación de pareja. Pero además es gracias a la ternura que nuestros hijos reciben también un sostén emocional fundamental para su desarrollo como futuras personas.
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La doctora Elisabeth Kübler-Ross, que acompañó a miles de enfermos terminales en su camino hacia la muerte y dio testimonio de sus experiencias en una serie de libros, cuenta que los recuerdos que más nos acompañan en los últimos instantes de nuestra vida no tienen que ver con momentos de triunfo o de éxito, sino con experiencias donde lo que acontece es un encuentro profundo con un ser amado, un momento de intimidad cargado de
significado: palabras de gratitud, caricias, miradas, un adiós, un reencuentro, un gracias, un perdón, un te quiero. Son esos instantes los que al parecer quedan grabados en la memoria gracias a la luz de la ternura que revela la excelencia del ser humano a través del cuidado y el afecto.
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Decía Oscar Wilde que en el arte como en el amor es la ternura lo que da la fuerza. Mahatma Gandhi apuntaba en la misma dirección cuando decía que un cobarde es incapaz de mostrar amor. Y así es: paradójicamente, la ternura no es blanda, sino fuerte, firme y audaz, porque se muestra sin barreras, sin miedo. Es más, no sólo la ternura puede leerse como un acto de coraje, sino también de voluntad para mantener y reforzar el vínculo de una relación. La ternura hace fuerte el amor y enciende la chispa de la alegría en la adversidad. Gracias a ella, toda relación deviene más profunda y duradera porque su expresión no es más que un síntoma del deseo de que el otro esté bien.
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La ternura implica, por tanto, confianza y seguridad en uno mismo. Sin ella no hay entrega. Y lo más paradójico es que su expresión no es ostentosa, ya que se manifiesta en pequeños detalles: la escucha atenta, el gesto amable, la demostración de interés por el otro, sin contrapartidas.
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La ternura expresa, además, la calidad de una relación. Sexo con ternura es expresión del amor; sin ternura, una relación basada en la sexualidad está condenada a la ruptura. Porque aunque pueda haber intensidad sensorial en el intercambio físico, sin ternura se produce una relación que se encierra en la búsqueda del propio placer y hace del otro un objeto de satisfacción y nada más. El ensayista francés Joseph Joubert decía que la ternura es el reposo de la pasión. En efecto, la pasión del enamoramiento es efímera y deja paso con el tiempo a una relación más reposada donde se instala la ternura. Sin ella, la relación de pareja está condenada al fracaso porque su ausencia genera aburrimiento, rutina, apatía, distancia y egoísmo.
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Piero Ferrucci, en su libro El poder de la bondad, relata los resultados de un estudio en el que se interrogó a 10.000 hombres sobre su salud, hábitos y circunstancias. Según este estudio, el indicador más fiable de una angina de pecho era la respuesta a la pregunta: ¿le demuestra su esposa que le ama? Un sí por respuesta se relacionaba estadísticamente con el no haber sufrido una angina de pecho, mientras que quienes respondían no, habían tenido esta dolencia cardiaca en un porcentaje muy superior a la media.
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La ternura encuentra también un espacio para desarrollar su extraordinario valor en los momentos difíciles. Expresar el afecto, saber escuchar, hacerse cargo de los problemas del otro, comprender, acariciar, cultivar el detalle, acompañar, estar física y anímicamente en el momento adecuado..., son actos de entrega cargados de significado. Y es que en el amor no hay nada pequeño.
Esperar las grandes ocasiones para expresar la ternura nos lleva a perder las mejores oportunidades que nos brinda lo cotidiano para hacer saber al ser amado cuán importante es para nosotros su existencia, su presencia, su compañía.
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Ya lo dijo hace más de 2.000 años el poeta latino Publio Virgilio Marón: “El amor todo lo vence”. Y es verdad, a través de la ternura.

El tren de la vida

La vida no es más que un viaje por tren: repleto de embarques y desembarques, salpicado de accidentes, sorpresas agradables en algunos embarques, y profundas tristezas en otros. Al nacer, nos subimos al tren y nos encontramos con algunas personas las cuales creemos que siempre estarán con nosotros en este viaje: nuestros padres. Lamentablemente la verdad es otra. Ellos se bajarán en alguna estación dejándonos huérfanos de su cariño, amistad y su compañía irreemplazable. No obstante esto no impide que se suban otras personas que serán muy especiales para nosotros. Llegan nuestros hermanos, amigos y esos amores maravillosos. De las personas que toman este tren, habrá también los que lo hagan como un simple paseo. Otros que encontrarán solamente tristeza en el viaje … Y habrá otros que, circulando por el tren, estarán siempre listos en ayudar a quien lo necesite. Muchos al bajar, dejan una añoranza permanente … Otros pasan tan desapercibidos que ni siquiera nos damos cuenta que desocuparon el asiento. Es curioso constatar que algunos pasajeros, quienes nos son más queridos, se acomodan en vagones distintos al nuestro. Por lo tanto, se nos obliga hacer el trayecto separados de ellos. Desde luego, no se nos impide que durante el viaje, recorramos con dificultad nuestro vagón y lleguemos a ellos ... Pero lamentablemente, ya no podremos sentarnos a su lado pues habrá otra persona ocupando el asiento. No importa; el viaje se hace de este modo: lleno de desafíos, sueños, fantasías, esperas y despedidas ... pero jamás regresos. Entonces, hagamos este viaje de la mejor manera posible. Tratemos de relacionarnos bien con todos los pasajeros, buscando en cada uno, lo mejor de ellos. Recordemos siempre que en algún momento del trayecto, ellos podrán titubear y probablemente precisaremos entenderlos … Ya que nosotros también muchas veces titubearemos, y habrá alguien que nos comprenda.
El gran misterio, al fin, es que no sabremos jamás en qué estación bajaremos, mucho menos dónde bajarán nuestros compañeros, ni siquiera el que está sentado en el asiento de al lado. Me quedo pensando si cuando baje del tren, sentiré nostalgia ... Creo que sí. Separarme de algunos amigos de los que hice en el viaje será doloroso. Dejar que mis hijos sigan solos, será muy triste. Pero me aferro a la esperanza de que, en algún momento, llegaré a la estación principal y tendré la gran emoción de verlos llegar con un equipaje que no tenían cuando embarcaron. Lo que me hará feliz, será pensar que colaboré con que el equipaje creciera y se hiciera valioso. Amigo mío, hagamos que nuestra estadía en este tren sea tranquila, que haya valido la pena. Hagamos tanto, para que cuando llegue el momento de desembarcar, nuestro asiento vacío, deje añoranza y lindos recuerdos a los que en el viaje permanezcan. A tí, que eres parte de mi tren, te deseo un ... ¡¡¡Feliz viaje!!!

Gansos salvajes, Mary Oliver


No tienes que ser buena.
No tienes que atravesar el desierto
de rodillas, arrepintiéndote.
Sólo tienes que dejar que ese delicado animal
que es tu cuerpo ame lo que ama.

Cuéntame tu desesperación y te contaré la mía.
Mientras tanto, el mundo sigue.
Mientras tanto, el sol y los guijarros cristalinos
de la lluvia avanzan por los paisajes,
las praderas y los árboles frondosos, las montañas y los ríos.
Mientras tanto, los gansos salvajes, que vuelan alto
en el aire azul y puro,
vuelven nuevamente a casa.

Seas quien seas, por muy sola que te sientas
el mundo se ofrece a tu imaginación,
y te llama, como los gansos salvajes, chillando con excitación
–anunciando una y otra vez
tu lugar en la familia de las cosas. 
"

El sabio de Akbar


Un sabio, cierta tarde, llegó a la ciudad de Akbar. La gente no dio mucha importancia a su presencia, y sus enseñanzas no consiguieron interesar a la población. Incluso después de algún tiempo llegó a ser motivo de risas y burlas de los habitantes de la ciudad.

Un día, mientras paseaba por la calle principal de Akbar, un grupo de hombres y mujeres empezó a insultarlo. En vez de fingir que los ignoraba, el sabio se acercó a ellos y los bendijo.

Uno de los hombres comentó:

-¿Es posible que, además, sea usted sordo? ¡Gritamos cosas horribles y usted nos responde con bellas palabras!

 El sabio respondió:

-Cada uno de nosotros sólo puede ofrecer lo que tiene.

La humildad, la reina de las virtudes


La humildad no es un concepto, es una conducta, un modo de ser, un modo de vida.
La humildad es una de las virtudes más nobles del espíritu. Los seres que carecen de humildad, carecen de la base esencial para un seguro progreso. Las más bellas cualidades sin humildad, representan lo mismo que un cuerpo sin alma. La humildad es signo de fortaleza. Ser humilde no significa ser débil y ser soberbio no significa ser fuerte, aunque el vulgo lo interprete de otra manera. La humildad es la más sublime de todas las virtudes admirables. Virtud sin humildad no es virtud. El que posee la humildad en alto grado, generalmente es poseedor de casi todas las virtudes, pues la humildad nunca se encuentra sola. Ella es aliada inseparable de la modestia y forma una trilogía con la bondad.
La humildad nos hace tolerantes, pacientes y condescendientes con nuestros semejantes. Es la mansedumbre, la prudencia, la paciencia, la fe, la esperanza. La humildad es signo de evolución espiritual. El humilde es un ser que ya ha limado muchas de sus impurezas e imperfecciones. Si algún acontecimiento sacude violentamente su espíritu, el humilde sabe recibir los golpes de la vida con fe y resignación y pronto su alma encuentra el alivio necesario.

 Los beneficios de la humildad 
1. Quien aprende a realmente ser humilde, logra vivir una vida más feliz.
2. Al estar en armonía con uno mismo, se está dispuesto a mostrar honor y aprecio hacia otras personas. Valorarse a sí mismo trae aparejado valorar a los demás.
3. La humildad crea serenidad y tranquilidad
4. Con humildad se desarrolla la capacidad de admitir las equivocaciones, ya que se elimina el miedo a sentir que uno no vale nada. Al conocerse a sí mismo, la crítica se transforma en una posibilidad de crecimiento.
5. Con humildad, es más fácil perdonar a otros rápidamente.
6. Humildad es apreciar lo que tenemos, es tener conciencia de que todo es un regalo.

Fuente: Foro-Univisión

Conquistó a los jueces y al público de un reality show en China.


 El pequeño Zhang Junhao de tan sólo 3 años sorprendió a los jueces y al público de un reality show en China con sus carismáticos pasos de baile. El niño subió al escenario acompañado de una valija que cumplía la función de equipo de sonido, les dio a los jueces el control remoto para que ellos fueran reproduciendo la música y Zhang Junhao bailó diferentes ritmos con cada clic de los jueces.
Muy divertido y muy sabio.



Gracias Mariné

Amistad y empatía

Estas mujeres se afeitaron la cabeza para apoyar a su amiga / hermana / hija que tiene cáncer. Es una bella historia que conmueve. Seguramente después de los 4 minutos que dura, podrás ver la empatía y fuerza que nos proporcionan los verdaderos amigos en las situaciones difíciles.

¿Qué es Mindfulness?

 
“Nuestro verdadero hogar no está en el pasado. Nuestro verdadero hogar no está en el futuro. Nuestro verdadero hogar está aquí y ahora. La vida está únicamente disponible en el aquí y el ahora. La atención plena es la energía que nos ayuda a reconocer las condiciones para la felicidad que ya existen en nuestra vida. No tienes que esperar diez años para experimentar esa felicidad. La felicidad está presente, en cada momento de tu vida. Muchos de nosotros estamos vivos, pero no lo sabemos. Sin embargo, cuando inhalamos y estamos conscientes de que estamos inhalando, tocamos el milagro de estar vivos. Esta es la razón por la cual la atención plena es una fuente de felicidad y goce”. – Thich Nhat Hanh.

El concepto de mindfulness o atención plena ha sido definido por el doctor Jon Kabat Zinn como la capacidad de intencionalmente llevar nuestra atención a la experiencia presente de cada momento, desde una actitud de aceptación, curiosidad y no juicio.
Esta capacidad se contrapone a uno de los hábitos más predominantes de nuestra mente:
la de estar absorbida en impresiones, pensamientos o fantasías sobre el pasado y el futuro, mientras nos desenvolvemos en cada momento. Vivimos, conversamos, caminamos, comemos y trabajamos mientras nuestra mente divaga por distintos lugares que no necesariamente se relacionan a la experiencia inmediata que estamos teniendo. Cuando nuestra mente no está plenamente atenta y consciente del momento presente, funcionamos desde una especie de piloto automático, sin estar contactados verdaderamente con lo que acontece en cada momento, sino dirigidos por el impulso de nuestros hábitos que muchas veces nos llevan a generar y perpetuar comportamientos, dinámicas y relaciones que nos causan sufrimiento y nos impiden vivir en libertad, autenticidad y plenitud.

Cuando practicamos la atención plena estamos cultivando diversas capacidades internas que nos permiten salir del modo automático y entrar en contacto con la experiencia presente.
El cultivo de estas capacidades, tales como la capacidad de atención, concentración, conciencia abierta, de relacionarnos con la experiencia desde una actitud de aceptación y no juicio, nos ayuda a lentamente detener la fuerza de nuestros hábitos automáticos, y a abrir el espacio en el que podemos estar plenamente atentos y conscientes de la experiencia de cada momento.

¿Cómo se practica?

En palabras del biólogo chileno Francisco Varela, “la disociación entre mente y cuerpo, entre mente y experiencia, es el resultado del hábito. A medida en que el meditador interrumpe una y otra vez el flujo del pensamiento discursivo y vuelve a estar presente en su respiración o en su actividad cotidiana, doma gradualmente el tumulto mental.
Comienza a ver ese tumulto como tal, y a tenerle paciencia, en lugar de extraviarse automáticamente en él”.
Lo que hacemos a través de la práctica de la atención plena es hacer que nuestra mente vuelva, una y otra vez, a la experiencia presente, y para esto es importante cultivar la capacidad de darnos cuenta, junto con el cultivo de una actitud de aceptación y no juicio. Cada vez que nuestra mente se distrae de su foco de atención, tomamos conciencia de ello con aceptación, y amablemente la traemos de vuelta a su principal foco. Y si comenzamos a comentar o a juzgar la experiencia, ya sea comentar sobre un pensamiento, recuerdo o imagen que estamos teniendo, o sobre la distracción misma, tomamos conciencia de ello, y amablemente no le damos más fuerza a la producción de juicios o comentarios. Podemos practicar la atención plena de manera formal o informal.
Cuando realizamos las prácticas formales, podemos comenzar adoptando una postura que nos permita estar relajados y al mismo tiempo alerta.
La postura tradicional consiste en sentarnos sobre un cojín ubicado en el piso, permitiendo que nuestras caderas estén ubicadas a mayor altura que las rodillas, lo cual facilita la basculación de la pelvis hacia delante, relajando el abdomen para una respiración relajada y completa.
Las piernas están cruzadas, con las rodillas idealmente tocando el piso. Si las rodillas no tocan el piso, se pueden utilizar pequeños cojines o una manta doblada para llenar el espacio entre las rodillas y el piso. Nuestra espalda debe estar recta, nuestros hombros relajados hacia abajo, y el mentón levemente hacia adentro para permitir que la cabeza siga la línea de nuestra columna. Sin embargo, para muchos de nosotros es difícil sentarnos de esa manera, sobre todo al comienzo. En este caso, podemos simplemente sentarnos en una silla, intentando no apoyarnos en el respaldo, manteniendo nuestra espalda derecha y los pies paralelos en contacto con el piso. También podemos recostarnos de espalda sobre el suelo. Luego podemos cerrar los ojos o mantenerlos entreabiertos, descansando nuestra mirada en el piso, sin focalizarnos en nada particular.
Las manos descansan sobre los muslos o pueden estar juntas en el regazo, y la lengua descansa en contacto con el paladar. Una vez que estamos en la postura, necesitamos tener un objeto de meditación al cual llevar nuestra atención una y otra vez. Todo puede ser objeto de nuestra meditación, pero generalmente comenzamos con la respiración y las sensaciones que surgen en nuestro cuerpo.
El maestro vietnamita de budismo Zen, Thich Nhat Hanh, lo pone de la siguiente manera:

Primer ejercicio de Mindfulness: atención plena de la respiración.

El primer ejercicio es muy simple, pero el resultado puede ser muy grande. El ejercicio es simplemente identificar la inhalación como inhalación y la exhalación como exhalación. Cuando inspiras, estás consciente de que esa es tu inhalación. Cuando expiras, estás consciente de que esa es tu exhalación. Simplemente reconoce: esto es una inhalación, esto es una exhalación. Muy simple, muy fácil.
Para poder reconocer tu inhalación como inhalación, debes traer tu mente a casa. Lo que está reconociendo tu inhalación es tu mente, y el objeto de tu mente – el objeto de tu atención plena- es la inhalación.
La atención plena siempre está consciente de algo. Cuando tomas tu té con atención plena, se llama atención plena de tomar el té. Cuando caminas conscientemente, se llama caminata consciente. Y cuando respiras conscientemente, practicas la atención plena de la respiración. Así, el objeto de tu atención plena es tu respiración, y sólo enfocas tu atención en eso. Inhalando, esta es mi inhalación. Exhalando, esta es mi exhalación. Cuando haces eso, el discurso mental se detendrá. Ya no piensas. No tienes que esforzarte en detener tu pensamiento; simplemente traes tu atención a tu inhalación y el discurso mental se detiene. Ese es el milagro de la práctica.
Ya no piensas en el pasado. No piensas en el futuro. No piensas en tus proyectos, porque estás enfocando tu atención, tu conciencia plena, en tu respiración. Y aún más, puedes disfrutar de tu respiración. La práctica puede ser agradable, alegre. Quien está muerto no puede respirar. Pero tú estás vivo. Estás respirando, y mientras respires, sabes que estás vivo.
La respiración puede ser una celebración de la vida misma, por lo que tiene el potencial de ser muy alegre. Cuando estás alegre y feliz, no sientes que tienes que hacer ningún esfuerzo en absoluto. “Estoy vivo; estoy respirando”.
Estar vivo es un milagro. El mayor de todos los milagros es estar vivo, y cuando respiras, entras en contacto con ese milagro. Una inhalación puede tomar tres, cuatro, cinco segundos. Depende. Ese es tiempo para estar vivo, tiempo para disfrutar tu respiración. No tienes que interferir con tu respiración. Si tu inhalación es corta, permite que sea corta. Si tu exhalación es larga, deja que sea larga. No trates de forzarla, la práctica es el simple reconocimiento de la inhalación y la exhalación. Eso ya es suficiente. Eso tendrá un efecto poderoso.

Segundo Ejercicio de Mindfulness: Concentración

El segundo ejercicio consiste en que durante la inspiración, sigas tu inhalación desde el principio hasta el final. Si tu inhalación dura tres o cuatro segundos, entonces tu atención plena también dura tres o cuatro segundos. Al inhalar, sigo la entrada del aire hasta el final. Al exhalar, sigo mi espiración durante todo su recorrido. Desde el comienzo hasta el final de mi espiración, mi mente está siempre con ella. Por lo tanto, la conciencia plena se vuelve continua, y la calidad de tu concentración mejora.

Tercer Ejercicio de Mindfulness: Conciencia de tu propio cuerpo

El tercer ejercicio consiste en estar consciente de tu cuerpo mientras respiras. “Inhalando, soy consciente de todo mi cuerpo”. Esto te lleva un paso más allá. “Al inspirar, soy consciente de mi cuerpo. Al espirar, soy consciente de mi cuerpo”. Sé que mi cuerpo está allí. Esto trae a la mente totalmente de vuelta al cuerpo. Mente y cuerpo se convierten en una sola realidad. Cuando tu mente está con tu cuerpo, estás bien establecido en el aquí y ahora. Estás completamente vivo. Puedes estar en contacto con las maravillas de la vida que están disponibles dentro de ti y a tu alrededor. Este ejercicio es simple, pero el efecto de la unidad del cuerpo y la mente es muy grande. En nuestra vida cotidiana, rara vez nos encontramos en esa situación. Nuestro cuerpo está aquí pero nuestra mente está en otra parte. Nuestra mente puede ser atrapada en el pasado o en el futuro, en arrepentimientos, tristeza, miedo, o incertidumbre, y por lo tanto nuestra mente no está aquí. Alguien puede estar presente en la casa, pero no está realmente allí, porque su mente no está ahí. Su mente está en el futuro, con sus proyectos, y no está ahí para sus hijos o su pareja. Quizás puedas decirle, “¿Hay alguien en casa?” y ayudarlo a llevar su mente de vuelta a su cuerpo. Así, el tercer ejercicio consiste en tomar conciencia de tu cuerpo. “Respirando, soy consciente de mi cuerpo”. Cuando practicas respiración consciente, la calidad de tu inspiración y tu espiración mejorará.

Meditación caminando

Cuando practicas la respiración consciente simplemente permites que tu respiración ocurra. Te vuelves consciente de ella y la disfrutas. Sin esfuerzo. Lo mismo es cierto con caminar conscientemente. Cada paso es agradable, cada paso te ayuda a contactarte con las maravillas de la vida. Cada paso es alegría. No necesitas realizar ningún esfuerzo durante la meditación caminando, porque es agradable, estás allí, cuerpo y mente juntos. Estás completamente vivo, completamente presente en el aquí y ahora. Con cada paso, tocas la maravillas de la vida que están en ti y a tu alrededor. Cuando caminas de esa manera, cada paso trae curación. Cada paso trae paz y alegría, porque cada paso es un milagro. El verdadero milagro no es volar o caminar sobre el fuego. El verdadero milagro es caminar sobre la Tierra, y puedes realizar ese milagro en cualquier momento. Sólo trae tu mente a casa en tu cuerpo, vuélvete vivo, y realiza el milagro de caminar sobre la Tierra.

Además de las prácticas formales, en donde detenemos nuestras actividades para dedicarnos plenamente a estar atentos a nuestra respiración, a nuestro cuerpo, o a algún otro objeto en particular, como los sonidos o los pensamientos, podemos llevar nuestra atención plena a las distintas actividades que realizamos en nuestra vida diaria. Cada instante es una oportunidad para tomar conciencia y entrar en contacto con la experiencia presente. Cuando comes, puedes practicar estar plenamente consciente del acto de comer: los aromas de la comida, cómo se siente la comida dentro de tu boca, la temperatura, los sabores, los pensamientos, emociones y sensaciones que se producen en tu mente y en tu cuerpo mientras comes. Lo mismo cuando caminamos, cuando nos duchamos, cuando hablamos, escuchamos, escribimos, bailamos o conducimos.
La idea es ir progresivamente llevando nuestra atención a cada una de las actividades internas y externas que realizamos, de tal modo que podamos comenzar a estar más presentes en nuestra vida. Una vez que comenzamos a cultivar la capacidad de estar atentos y presentes con nuestra experiencia de cada momento, vamos desarrollando la capacidad de descubrir la naturaleza de nuestra mente. Esto sucede porque llegamos a un punto en que somos capaces de mantener nuestra atención por un periodo de tiempo lo suficientemente largo como para que aquella naturaleza se comience a revelar, y a la vez lo hacemos desde una actitud abierta, curiosa y ecuánime, desde la cual todo lo que surge en nuestra experiencia presente se manifiesta tal como es, bajo la luz amable de nuestra conciencia.

En palabras de Thich Nhat Hanh,;

“La atención plena permite el nacimiento de la alegría y el goce, al igual que la concentración. La energía de la atención plena porta la energía de la concentración.
Cuando estás consciente de algo, por ejemplo de una flor, y puedes mantener esa conciencia, podemos decir que estás concentrado en esa flor. Cuando tu capacidad de atención plena se vuelve más poderosa, tu concentración se hace más poderosa, y cuando estás plenamente concentrado, tienes la oportunidad de ir más allá y hacer un descubrimiento. Si contemplas una nube, puedes descubrir la naturaleza de esa nube. Si contemplas a una persona, y tienes suficiente capacidad de estar plenamente atento y concentrado, entonces puedes atravesar el velo de tus condicionamientos y entender la naturaleza de esa persona. Y así, puedes contemplar desde este espacio, a ti mismo, tu rabia, tu miedo, tu alegría, o tu paz. Todo puede ser objeto de tu meditación, y con la energía poderosa de la concentración, es posible que vayas atravesando los muros y desarrollando una capacidad de ver profundamente y descubrir la naturaleza de las cosas. Es como una lupa en la que se concentra la luz del sol; si ubicas el punto donde se concentra la luz del sol en un pedazo de papel, el papel se quemará. De la misma manera, cuando tu atención plena y concentración son poderosas, tu capacidad de ver profundamente te liberará del miedo, la rabia, la desesperanza, y te brindará verdadera alegría, paz y felicidad.
Cuando contemplas la totalidad de un hermoso amanecer, mientras más atento y concentrado estés, más belleza será revelada ante ti. Imagínate que te dan una taza de té muy aromática, un muy buen té. Tienes que estar plenamente atento del té, tienes que concentrarte en él, para que así el té pueda revelarte su fragancia y maravilla. Esta es la razón por la cual la atención plena es fuente de felicidad. Esta es la razón por la cual un buen practicante sabe cómo crear un momento de goce, una sensación de felicidad, en cualquier momento del día”.

Edición y Texto: Catalina Segú Jensen | Traducciones de textos de Thich Nhat Hanh: Chris Elias Costa

Equilibrio


 
 
 
 
"Cambiaré de opinión tantas veces y tan a menudo
como adquiera nuevos conocimientos.
El día que mi cerebro haya dejado de ser apto para
estos cambios, dejaré de pensar.
Compadezco de corazón a todos los que después de
haber adquirido y expresado una opinión,
no pueden abandonarla nunca más."
 
Ameghino (1854-1911),

El mal humor

Todos podemos tener nuestros momentos de mal humor que se consideran totalmente normales, siempre y cuando no sea una conducta habitual.
Si el mal humor se instala en forma permanente en nuestra conducta y comienza a ser algo más que circunstancial, deberíamos conocer las causas y hacer algo al respecto.
El estado de ánimo malhumorado se caracteriza por ver el lado negativo que suelen tener las cosas, por ejemplo viendo siempre el vaso medio vacío en lugar de medio lleno.
Esta forma de ser puede tener o no motivos que la generan. Si los hubiera, lo mejor es intentar descubrirlos para modificar las consecuencias que puede provocar en las relaciones interpersonales y en el propio desarrollo.
Por otro lado, nos está señalando una personalidad con cierta tendencia depresiva, agravada por determinadas situaciones de la vida que por alguna razón no puede resolver. Es un hecho que casi todos tengamos que atravesar por problemas que nos producen sufrimiento.
La cuestión no es tanto resolverlos como conocerlos y aprender a vivir con ellos lo mejor posible.

Cualquier problema puede tener solución pero a veces esa solución se convierte posteriormente en otro problema aún más grave; por lo tanto, es necesario aceptar que eventualmente tendremos que enfrentar los contratiempos y disgustos que esas situaciones no puedan deparar.
Algunas veces llamamos problemas a ciertos desafíos que la vida nos impone y que no son más que oportunidades para evolucionar y no quedarnos estancados. Otras veces, llamamos problemas a situaciones comunes de la vida, dándoles una connotación trágica que no se merecerían si aceptáramos que son inevitables.
Pero la mayoría de las veces los malhumorados no tienen mayores motivos para su estado de ánimo. Les molesta la compañía pero por otro lado se quejan porque están solos, se aburren pero no tienen ninguna iniciativa, viven contando sus problemas pero son incapaces de escuchar a los demás, critican a todos porque ven la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio; están desconformes con el gobierno, con su familia, con su trabajo y por supuesto ven todo negro.
Se trata por lo general de personas eternamente desconformes, intolerantes e individualistas que no pueden ser felices de ninguna manera y que con su mal humor canalizan sus energías negativas provocadas por sus desequilibrios emocionales y lo han convertido en un hábito.

Estas personas son muy difíciles de tratar porque creen tener siempre la razón. Poseen una visión pesimista del mundo y están convencidas plenamente que estamos todos al borde del abismo, que se aproxima el Apocalipsis y que es inútil cualquier intento para evitarlo.
Para ellas todo está a punto de estallar y sólo es cuestión de esperar que alguien apriete el detonador. Sigmund Freud diría que el mal humor es un síntoma de represión de la libido sexual, que no necesariamente siempre se refiere a lo genital, sino a toda la sexualidad entendida como instinto de vida, al no lograr expresarse para participar creativamente en un medio social.

El Psicoanálisis podría permitir revelar el trauma, que una vez consciente ayudaría a canalizar lo reprimido adecuadamente. Otras fuentes lo llamarían vacío existencial o discapacidad para adaptarse a los cambios y para crecer y la terapia desde este enfoque podría ayudar a cambiar la percepción y ver la realidad desde una perspectiva más amplia. En tanto que para los conductistas sería un condicionamiento adquirido que es necesario desaprender para adquirir otros nuevos más adaptativos.

El mal humor es un defecto de carácter que produce conflictos de relación, discordia familiar e infelicidad, y lo más grave de este modo de ser, es que es contagioso.

La meditación: un camino hacia el bienestar

Diversas culturas y religiones han desarrollado métodos de meditación. Hoy, representa una práctica saludable más allá de las creencias que la sustentan. Relaja, mejora la concentración y es un gran antídoto contra el estrés. Te contamos cuáles son las diferentes técnicas, sólo hay que dedicarle unos minutos al día. ¿Lo intentamos?


Vivimos a mil. Sentimos que el tiempo nos corre y el día debería ser más largo, tenemos demasiadas ocupaciones y el estrés está ahí, acechando, para en cualquier momento apoderarse de nuestra vida. Esta puede ser una solución no sólo para mejorar nuestra calidad de vida sino para sentirnos en armonía con nosotras mismas y el mundo que nos rodea.
Meditar es conectar con un profundo nivel de la conciencia en la búsqueda de un estadío de paz interior que generalmente se encuentra en sintonía con algo exterior vinculado a lo Supremo.
Para llegar a esta meta hay diferentes caminos que han sido históricamente explorados por distintas culturas y religiones.
Los chinos e hindúes fueron precursores en la materia. Hoy conviven muchísimas técnicas de meditación y muchas concepciones. Algunas se basan en la concentración, otras en la conciencia plena o en la contemplación, la transmisión energética, la visualización, la quietud o el dinamismo. Estas son las cinco formas más conocidas.

Budismo. Quinientos años antes de Cristo, en la India, Buda abandonó su vida fastuosa para dedicarse por completo a la oración. En la meditación halló su propia razón de ser y comprendió los misterios de la vida. De allí en más predicó esta modalidad de iluminación que se basa en la contemplación y el autocontrol como forma de acercamiento a uno mismo.

Meditación trascendental. Tal vez sea la más conocida y practicada en Occidente. No se asienta en ningún sistema de creencias y valores. Se trata de una técnica natural que consiste en concentrarse en las zonas de tranquilidad de cada persona. Sin apelar al esfuerzo mental, busca lograr un descanso más profundo que el sueño profundo. La experiencia de la conciencia trascendental fomenta el desarrollo creativo, organiza el razonamiento, hace más fluido el intercambio cuerpo-mente y contribuye –eficazmente- a revertir cuadros de estrés. A nivel fisiológico, si se la practica diariamente, permite disminuir el nivel de presión arterial y evita enfermedades cardiovasculares.


Tao. Para los chinos, el Tao es sinónimo de Creación, del comienzo y del fin de ésta. Las meditaciones Tao son silenciosas y se realizan en la quietud, para permitir el fluir energético que oscila entre los Yang y Yin.

Meditación Zen. Se apoya en la filosofía Zen y, lejos de considerarse como técnica, se entiende como un estado natural interno que se produce en el no-pensamiento. No se trata de una dimensión mental, sino de una claridad interior generalizada que ocurre cuando uno logra cambiar la frecuencia de percepción del mundo.

Raja Yoga. Consiste en una forma de intercambio de energía entre lo personal y lo Supremo. Se puede realizar a través de técnicas espirituales y mentales que permiten concentrar el pensamiento en armonía con el Universo y despegarse de la dimensión física.

Mandalas y mantras No son tipos de meditación sino dos simbolismos de distinta naturaleza que se usan como herramientas para meditar. Los mandalas son diagramas circulares, también llamados “laberintos de círculos”, que representan el área sagrada de las experiencias espirituales. Su contemplación acompaña y guía la meditación. Los mantras, por su parte, son símbolos sonoros. Se trata de palabras o frases que, al repetirse internamente, evocan poderes espirituales. A veces tienen un significado literal. Otras, no. Pero en cualquier caso, no tiene sentido intentar traducirlos: se trata más bien de aprehenderlos y comprenderlos energéticamente.

La meditación y la salud

En 1984 la Organización Mundial de la Salud reconoció los efectos terapéuticos de la meditación. Los que meditan se enferman menos porque este hábito mejora el funcionamiento general del sistema inmunitario y endócrino. Además, el estado de relajación fisiológica que provoca disminuye la presión arterial y regula el ritmo cardíaco. Por otra parte, sirve para descontracturar los músculos, alivia dolores cervicales, lumbares y jaquecas.
La meditación también es un recurso que aceptan algunas corrientes de psicoterapia, ya que posibilita revertir cuadros de ansiedad o depresión. Para más, en los últimos años se ha convertido en un antídoto para la epidemia de nuestro siglo: el estrés. Un dato. A partir de estudios con electroencefalogramas, se comprobó que las zonas del cerebro que se vinculan a la atención, memoria y al procesamiento sensorial se desarrollan un 5% más en quienes meditan que en aquellas personas que no lo hacen.

Fuente: Vida sana. Clarín.

24 cosas para recordar siempre..



1.-Tu presencia es un regalo para el mundo.
2.-Eres una persona única en un millón.
3.-Tu vida puede ser como tu quieras que sea.
4.-Vive cada día con intensidad.
5.-Cuenta tus alegrías, no tus desdichas.
6.-Lucharas contra la adversidad que se te presente.
7.-Dentro tuyo hay infinitas respuestas.
8.-Comprende, ten coraje, se fuerte.
9.-No te impongas limites.
10.-Hay tantos sueños que esperan ser realizados!
11.-Las decisiones son tan importantes para librarlas al azar.
12.-Lucha por tu ideal, tu sueño, tu premio.
13.-No hay nada tan desgastante como las preocupaciones.
14.-Mientras más carguemos con un problema, mas pesado se hace.
15.-No te tomes las cosas con tanta seriedad.
16.-Vive una vida de serenidad, no de lamentos.
17.-Recuerda que un poco de amor recorre largos caminos.
18.-Recuerda que mucho… es para siempre.
19.-Recuerda que la amistad es una sabia inversión.
20.-Los tesoros de la vida son personas… unidas.
21.-Nunca es tarde.
22.-Transforma lo cotidiano en extraordinario.
23.-Ten salud, esperanza y felicidad.
24.-Pídele un deseo a una estrella.
 
Y jamás olvides….. ni siquiera por un día… cuan especial eres.

Dr Hitzig sobre los pensamientos


En la página de Gerontología de la Universidad Maimónides se lee:

No hay duda de que el ser humano vive cada vez más.
¿Cómo hacer para que esta longevidad no sea una acumulación de dolencias y enfermedades, sino una etapa vital, plena de experiencias y desarrollo personal?
Las ideas centrales de este libro se basan en investigaciones que demuestran que alrededor de los cincuenta años se encuentra el Punto de Inflexión Biológica que define en qué forma envejeceremos. Profesor de la Universidad Maimónides y reconocido gerontólogo dedicado a estudiar las causas de la longevidad saludable sostiene con humor que: "El cerebro es un 'músculo' fácil de engañar; si sonríes cree que estás contento y te hace sentir mejor".
Explica que el pensamiento es un evento energético que transcurre en una realidad intangible pero que rápidamente se transforma en emoción (del griego emotion, movimiento), un movimiento de neuroquímica y hormonas que cuando es negativo hace colapsar a nuestro organismo físico en forma de malestar, enfermedades e incluso de muerte.
Con los años, el Dr. Hitzig ha desarrollado un alfabeto emocional que conviene memorizar.
Las conductas con R:
Resentimiento
Rabia
Reproche
Rencor
Rechazo
Resistencia
Represión...
Son generadoras de coRtisol, una potente hormona del estrés, cuya presencia prolongada en sangre es letal para las células arteriales ya que aumenta el riesgo de adquirir enfermedades cardio-cerebro-vasculares.
Las conductas R generan actitudes D:
Depresión
Desánimo
Desesperación
Desolación
En cambio, las conductas con S:
Serenidad
Silencio
Sabiduría
Sabor
Sexo
Sueño
Sonrisa
Sociabilidad
Seducción...
Son motorizadoras de Serotonina, una hormona generadora de tranquilidad que mejora la calidad de vida, aleja la enfermedad y retarda la velocidad del envejecimiento celular.
Las conductas S generan actitudes A:
Animo
Aprecio
Amor
Amistad
Acercamiento
Fíjate que así nos enteramos de que lo que siempre se llamó "hacerse mala sangre" no es más que un exceso de cortisol y una falta de serotonina en la sangre.

Algunas reflexiones más del Dr. Hitzig:

Presta atención a tus PENSAMIENTOS pues se harán PALABRAS.
Presta atención a tus PALABRAS pues se harán ACTITUDES.
Presta atención a tus ACTITUDES porque se harán CONDUCTAS.
Presta atención a tus CONDUCTAS porque se harán CARACTER.
Presta atención a tu CARACTER porque se hará BIOLOGIA.
Practiquemos.

Hace muchos años el poeta Rabindranath Tagore decía:

"Si tiene remedio, ¿de qué te quejas? Y si no tiene remedio, ¿de qué te quejas?"

Podría servirnos para aprender a dejar las quejas y los pensamientos negativos de lado y buscar en cada situación el aspecto positivo ya que hasta la peor de ellas lo tiene. De esa forma nos inundaría la SEROTONINA con todas sus eses, la sonrisa se nos grabaría en las mejillas y todo ello nos ayudaría a vivir mucho mejor ese montón de años que la ciencia nos ha agregado.

Porque, olvidaba escribirlo, el Dr. Hitzig ha comprobado con sus investigaciones que quienes envejecen bien son las personas ACTIVAS, SOCIABLES Y SONRIENTES. No las rezongonas, malhumoradas y avinagradas (que nadie quiere tener cerca).Empecemos hoy practicando las eses frente al espejo para mejorar nuestro humor y cuidar nuestra salud.
¿Estás de acuerdo con el alfabeto emocional? ¿Qué abunda más en tu vida, R o S?
Suena lógico ¿verdad?

Finalmente todo es cuestión de actitud

Gracias Corinne.

Libro de Eclesiástico, 3,1-11.


Hay un tiempo para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol:

Un tiempo para nacer y un tiempo para morir,

un tiempo para plantar y un tiempo para arrancar lo plantado;

un tiempo para matar y un tiempo para curar,

un tiempo para demoler y un tiempo para edificar;

un tiempo para llorar y un tiempo para reír,

un tiempo para lamentarse y un tiempo para bailar;

un tiempo para arrojar piedras y un tiempo para recogerlas,

un tiempo para abrazarse y un tiempo para separarse;

un tiempo para buscar y un tiempo para perder,

un tiempo para guardar y un tiempo para tirar;

un tiempo para rasgar y un tiempo para coser,

un tiempo para callar y un tiempo para hablar;

un tiempo para amar y un tiempo para odiar,

un tiempo de guerra y un tiempo de paz.

Los clavos en la puerta

Hubo una vez un niño que tenía muy mal genio. Por ello su padre decidió entregarle una caja de clavos y un consejo, que cada vez que perdiera el control, clavase un clavo en la puerta de su habitación.
El primer día, el niño clavó 37 clavos en la puerta. Con el paso del tiempo, el niño fue aprendiendo a controlar su rabia, por ende, la cantidad de clavos comenzó a disminuir.
Descubrió que eras más fácil controlar su temperamento que clavar los clavos en la puerta. Finalmente llegó el día en que el niño no perdió los estribos.
Su padre orgulloso, le sugirió que por cada día que se pudiera controlar, sacase un clavo.
Los días transcurrieron y el niño logró quitarlos todos. Conmovido por ello, el padre, tomó a su hijo de la mano y lo llevó hasta la puerta, y con suma tranquilidad le dijo:
 “Haz hecho bien, hijo mio, pero mira los hoyos… la puerta nunca volverá a ser la misma. Cuando dices cosas con rabia, dejan una cicatriz igual que ésta. Le puedes clavar un cuchillo a un hombre y luego sacárselo. Pero no importa cuántas veces le pidas perdón, la herida siempre seguirá ahí. Una herida verbal es tan dañina como una física.
Recuerda que los amigos son joyas muy escasas, consérvalos, cuídalos, ámalos, pero no los lastimes, hay daños que son irreversibles y no hay perdón que los sane.
El niño comprendió la enseñanza de su padre y jamás volvió a tener que controlar su ira porque se dedicó a tomarse las cosas con calma y a actuar siempre guiado por el amor.
Anónimo

Arteterapia

“Somos seres expresivos por naturaleza y nuestro cuerpo se expresa todo el tiempo.
Si le damos medios plásticos estas manifestaciones corporales se tornan tangibles. Por eso la expresión plástica es básicamente una expresión corporal.
Gracias a la vista podemos ver e intervenir sobre nuestras creaciones pero los impulsos para ellas nacen de nuestras sensaciones y sentimientos, haciendo visible de esta manera nuestras “imágenes internas”

Desde los dibujos infantiles llenos de significado a los garabatos que hacemos los adultos cuando estamos distraidos, la expresión artística espontánea habla mucho sobre nosotros.

“El hecho terapéutico ocurre tanto en el acto mismo de la expresión como en la configuración y la transformación de lo expresado. La expresión, la configuración y la transformación conforman un todo que es impulsado por nuestro deseo de ser creativos. Gracias a este deseo, nuestras dificultades pasan a un segundo plano y la expresión artística puede desplegar todo su poder preventivo y apoyar e impulsar nuestros procesos psíquicos de una manera constructiva y en consonancia con nuestro propio ritmo vital.
Y lo hace desde la infancia hasta el final de nuestros días si le dedicamos un espacio y un tiempo”

Going Home, cantado por ángeles en la tierra.

Un coro celestial formado por niños que transmiten pureza, alegría, paz y amor.
No se lo pierdan!!!

Gracias mi querida Mariné.


Balance de fin de año, Mamerto Menapace.




"Mi percepción a medida que envejezco es que no hay años malos. Hay años de fuertes aprendizajes y otros que son como un recreo, pero malos no son. Creo firmemente que la forma en que se debería evaluar un año tendría más que ver con cuánto fuimos capaces de amar, de perdonar, de reír, de aprender cosas nuevas, de haber desafiado nuestros egos y nuestros apegos. Por eso, no debiéramos tenerle miedo al sufrimiento ni al tan temido fracaso, porque ambos son sólo instancias de aprendizaje. Nos cuesta mucho entender que la vida y el cómo vivirla depende de nosotros, el cómo enganchamos con las cosas que no queremos, depende sólo del cultivo de la voluntad. Si no me gusta la vida que tengo, deberé desarrollar las estrategias para cambiarla, pero está en mi voluntad el poder hacerlo. “Ser feliz es una decisión”, no nos olvidemos de eso. Entonces, con estos criterios me preguntaba qué tenía que hacer yo para poder construir un buen año porque todos estamos en el camino de aprender todos los días a ser mejores y de entender que a esta vida vinimos a tres cosas: -a aprender a amar -a dejar huella -a ser felices. En esas tres cosas debiéramos trabajar todos los días, el tema es cómo y creo que hay tres factores que ayudan en estos puntos: -Aprender a amar la responsabilidad como una instancia de crecimiento. El trabajo sea remunerado o no, dignifica el alma y el espíritu y nos hace bien en nuestra salud mental. Ahora el significado del cansancio es visto como algo negativo de lo cual debemos deshacernos y no cómo el privilegio de estar cansados porque eso significa que estamos entregando lo mejor de nosotros. A esta tierra vinimos a cansarnos,....... -Valorar la libertad como una forma de vencerme a mí mismo y entender que ser libre no es hacer lo que yo quiero. Quizás deberíamos ejercer nuestra libertad haciendo lo que debemos con placer y decir que estamos felizmente agotados y así poder amar más y mejor. -El tercer y último punto a cultivar es el desarrollo de la fuerza de voluntad, ese maravilloso talento de poder esperar, de postergar gratificaciones inmediatas en pos de cosas mejores. Hacernos cariño y tratarnos bien como país y como familia, saludarnos en los ascensores, saludar a los guardias, a los choferes de los micros, sonreír por lo menos una o varias veces al día. Querernos. Crear calidez dentro de nuestras casas, hogares, y para eso tiene que haber olor a comida, cojines aplastados y hasta manchados, cierto desorden que acuse que ahí hay vida. Nuestras casas independientes de los recursos se están volviendo demasiado perfectas que parece que nadie puede vivir adentro. Tratemos de crecer en lo espiritual, cualquiera sea la visión de ello. La trascendencia y el darle sentido a lo que hacemos tienen que ver con la inteligencia espiritual. Tratemos de dosificar la tecnología y demos paso a la conversación, a los juegos “antiguos”, a los encuentros familiares, a los encuentros con amigos, dentro de casa. Valoremos la intimidad, el calor y el amor dentro de nuestras familias. Si logramos trabajar en estos puntos y yo me comprometo a intentarlo, habremos decretado ser felices, lo cual no nos exime de los problemas, pero nos hace entender que la única diferencia entre alguien feliz o no, no tiene que ver con los problemas que tengamos sino que con la ACTITUD con la cual enfrentemos lo que nos toca. Dicen que las alegrías, cuando se comparten, se agrandan. Y que en cambio, con las penas pasa al revés. Se achican. Tal vez lo que sucede, es que al compartir, lo que se dilata es el corazón. Y un corazón dilatado esta mejor capacitado para gozar de las alegrías y mejor defendido para que las penas no nos lastimen por dentro".

Por Mamerto Menapace - monje benedictino.

Gracias querido Emilio.

Bailar como una manera de meditar.




El baile es una forma de explorar la vida y la espiritualidad. El baile es una forma de auto-descubrimiento. Sobre todo en el baile improvisado, de profundizar en nuestros sentimientos con el fin de encontrar algo que expresar, en esta búsqueda, percibimos elementos que no conocíamos previamente - diferentes emociones, actitudes y pensamientos.
Así aprendemos más acerca de nuestra naturaleza psicológica, y exploramos más a fondo en los estados sutiles que se identifican como "espiritual" - incluyendo estados de trascendencia, éxtasis, y la unión. A medida que nuestro cuerpo se activa a través del movimiento, discernimos más claramente la energía del cuerpo y su relación con la energía de los mundos circundantes, el cuerpo deja de ser una masa sólida para transformarse en un punto focal de poder espiritual sagrado dentro del mundo físico. Para explorar los diferentes aspectos de nosotros mismos, podemos bailar con una variedad de estilos musicales, como el jazz, rock, clásica, y música internacional (Oriente Medio, África, etc.)

El baile es un medio de expresión. Muchos místicos han dicho que las palabras no pueden comunicar sus visiones y éxtasis, algunos de esos místicos han utilizado la danza para expresar esas experiencias internas y su devoción a una deidad. Un simple gesto de la mano-puede representar una revelación para los que no hay palabras, el gesto podría ser entendido por otras personas, mientras que las palabras podrían haber provocado confusión o desacuerdo.

En un grupo, el baile es una forma de ego-trascendencia.

El ritmo induce a un estado diferente. Incluso si no estamos meditando específicamente en el ritmo de la danza (en nuestro cuerpo o en la música de acompañamiento), el ritmo nos afecta de varias maneras:

Influye en la cadencia de los latidos del corazón y la respiración, que a su vez afecta a nuestro estado psicológico. (Algunos practicantes de yoga utilizan la respiración - en los ejercicios de pranayama "- para experimentar otros estados de conciencia.)

Afecta el funcionamiento de nuestro cerebro, por ejemplo, la repetición y no la racionalidad de los tambores chamánicos hace que el hemisferio izquierdo del cerebro para disminuir su actividad debido al aburrimiento y la falta de aportación significativa, permitiendo así que el hemisferio derecho se convierta en dominante, con su énfasis en la la emoción y la intuición. (Podemos observar el mismo turno en el hemisferio derecho en otras actividades repetitivas tan diversos como correr o marchar, o mirando hipnóticamente en las líneas blancas de la carretera, o montado en un caballo que establece un ritmo físico.)

Nos afecta a través de "arrastre". El arrastre es un fenómeno descrito por los físicos como la tendencia de dos o más objetos móviles en las proximidades de ajustarse a un ritmo común; en el baile grupo, nos ajustamos gradualmente a una unidad de movimiento que conduce a una comunidad de emoción y el pensamiento (porque nuestros pensamientos y emociones son parte del campo general que se crea). En un contexto religioso, donde nuestros pensamientos y emociones están alineados hacia el espíritu, nuestra danza rítmica refuerza y ​​desarrolla la orientación espiritual del grupo. Se trata de un grupo de meditación que utiliza la energía robusta del cuerpo físico como complemento a las energías sutiles de la mente y las emociones con el fin de crear un estado.trascendente.